Stéphane, el famoso profe francés del boulder, decidió salir a la roca y eligió nada mas que Frey para sus aventuras!
"Con mucho peso pero mas ganas me fui a Frey. No sabía bien donde era, sino cerca de Bariloche. Después de llegar en Bariloche todo se fue acomodando solo. La madre de una amiga me hospedo la primera noche, al despertarme tuvé un rico desayuno bien argentino (con un maté increíble), me llevo a hacer las compras y me dejo a la entrada del camino para ir a Frey. Sin organización y mejor imposible!
A lo largo de las 6 horas y media de subida senti los beneficios del maté increible. Al no estar tan acostumbrado a la matéina se me triplica el efecto y me dejo subir mis 33 kilos de carga al refugio Frey.
Ahí la pasé bomba, si bien no púdé cumplir con mis proyectos cumplí con el de primerear y empotrar fieros...fierros! Vías clásicas y lindas completaron mi book de vías en Frey (la normal del abuelo, el primer largo de anticícilica en pilares de la tierra, Sifuente-Weber por la variante 6b+, diedro y fissura de Jim y un poco de deportiva en pitufresas... Me quedé con mas ganas todavía. A ese cocktail de iniciación a la escalada clásica y a las ganas no puedo dejar de lado los increíbles compañeros de cordada que encontré allá (Fer de Bouef, Pitu, Juan Cruz Adrogue). Esos es la magia de esos lugares, se encuentra gente, se forma cordada, nos cagamos de frío pero el final es feliz! Sobre todo las cenas en el anexo del refugio, es para cagarse de risa cuando a tus lados tenes un barbudo (Victoriano), una rubia (Anina Friedrich), unos nuevos compas de ahí Emir y Bruno.
En resumen fue una linda experiencia escaladística y humana!"
-Stéphane
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