Hace ya dos décadas que este investigador del CONICET viene trabajando incansablemente en la preservación y restauración de los ambientes de montaña y serranos en la Provincia de Córdoba. Este trabajo se hizo especialmente notable para quienes somos afectos a la escalada, por la ciclópea tarea realizada en el macizo de “Los Gigantes”, restaurando el ambiente degradado por acción humana y por la presencia destructiva de ganado desde épocas ya inmemoriales. Cuando las nuevas generaciones descubren y se asoman a los paisajes de montaña, quedan fascinados por las bellezas y magnitudes que ellos entrañan. A pocos se les ocurre considerar con detenimiento cómo eran esos ambientes naturales antes de la obra modificatoria y casi siempre destructiva del ser humano. La restauración de la naturaleza que Daniel Renison está realizando, está concretada mediante el sembrado de miles de renovales de esa especie autóctona tan emblemática como hermosa que es el popularmente conocido “Tabaquillo” (Polylepis Australis), amén de otras especies endémicas de esos parajes. Esta tarea fue y es llevada adelante por Daniel Renison, con el respaldo de varias instituciones de investigación biológica y técnica, y fundamentalmente con el acompañamiento de cientos de voluntarios que lo han dado todo en pos de devolver estos bellos parajes serranos a su fisonomía original. Gracias a ello es que hemos ido descubriendo que originalmente el paisaje era distinto y muy superior en biodiversidad de todo tipo a lo que ya nos habíamos acostumbrado. Pensemos que en los macizos montañosos de los Gigantes y en esa extensa meseta que es la Pampa de Achala, es donde se genera el 70% de los cursos de agua de las distintas cuencas hídricas que abastecen la Provincia de Córdoba. Nos consta que una obra tan titánica, no siempre contó con el beneplácito de todos, y como casi todo proyecto de este tipo ha sufrido la incomprensión de unos cuantos, lamentablemente. Sin embargo, contra vientos y mareas el proyecto de reforestar los sistemas serranos cordobeses, sigue su camino sin pausa. Es por esa causa que CABA considera que esta tan noble misión, merece un lugar destacado y el reconocimiento de nuestra institución, que fue pionera en materia ecológica, porque ya a mediados de los años setenta, adelantados en décadas a otras iniciativas parecidas y por iniciativa de un socio de CABA, fue que comenzamos a bajar toda la basura que generábamos en cada una de las numerosas salidas que se realizaban por aquellos años. Así que vayan las felicitaciones de CABA, para Daniel Renison y cada uno de los que lo acompañaron en esa patriada.